jueves, 26 de julio de 2018

Reflexión de una docente

Reflexión

Por Delia Rosa Bolaño Ipuana

Son las 8:30 a.m. en mi casa descansando en estas vacaciones, leyendo desde el 27 de junio hasta el día de hoy todo un bagaje de veneno, resentimiento y vació interno en contra del país, de mí y de cada uno de nosotros, lo más triste es que proviene de muchos colombianos que demeritan al país con su lengua oral y escrita.

Todas las denominaciones que le dan al país, la forma en que se refieren a él, esa misma me lastima y a la vez me invita a pensar y a preguntarme ¿será que mi país es eso que dicen?, porque ellos hacen parte de él y por ende le dan ese calificativo, será que ese mal del país son ellos que guardan veneno en su corazón y denigran donde se encuentran, es como si saliera hablar mal de mi mamá, por Dios, yo invito a esos colombianos, que si no les gusta mi país, que por favor tomen sus maletas y se ubiquen donde se sientan bien, porque mi Colombia tiene muchas cosas por resaltar y valorar.

Durante años Colombia ha sido golpeada por diferentes grupos políticos y delincuentes, cada uno defiende su posición de mantenerse en el poder, poder que otorgamos con nuestro voto a los políticos, todos vienen y nos cuentan la misma historia fantástica que dividen de alguna manera al país, por otra parte nos fraccionamos con la existencia de grupos ilegales, aquellos que por resentimiento o incapacidad se toman a la fuerza el poder desde la clandestinidad, en fin, estamos divididos, pero esto  no es desde ahora, esto viene desde el inicio de la existencia humana, cada quien tira para el lado que le conviene.

Son las 10 a.m. y viene a mi mente otro grupo de colombianos,  aquellos que no están de acuerdo con la división y aun así están divididos, porque no quieren que el país entre en conflicto, qué paradoja...

Son las 10:30 entra un wasap de una amiga con un mensaje donde me quiere hacer sentir culpable de la muerte de los lideres asesinados en los diferentes punto de Colombia, porque no digo nada sobre lo que les ocurrió, realmente no le respondo a ello, porque cada asesinato es triste y lamentable, sea de quien sea, lideres, policías, niños, ancianos, mujeres, pero ¿qué gano con hablar mal y mal de Colombia porque esto sucede? Solo me queda en silencio orar para que la maldad que tenemos los seres humanos, como la enviada, el egoísmo, el cinismo y el descaro pare o disminuya, porque es lo que mata al mismo ser humano, y lo peor es que quienes impulsan a que los criminales se crean dioses, son aquellos que los apoyan, y de alguna manera la injusticia tapándola con supuestas justicia a su acomodo y quieren hacer sentir mal a los que nada tienen que ver con esta situación, pero bueno esto es otra realidad por asumir y combatir, en fin, todos nos acomodamos, pero no hemos aprendido a respetar las diferencias y mientras seguimos así, nuestro país seguirá siendo catalogado, como tristemente le he escuchado a muchos, que estamos en un país de mierda, escuchar esto me hace olerme para ver mi proximidad a este calificativo  ¿o sera que ellos son los mierdas? Bueno el tiempo lo dirá. 12:00 meridiano, ay, es hora de almorzar.

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