viernes, 11 de mayo de 2018

Por el ojo de la cerradura

Dirceu Darío Carrillo Caballero

Por Tito Mejía Sarmiento*

El alma de la mayoría de los moradores de la Urbanización Universal, Primera Etapa de Barranquilla, está inmensamente dolida por el lamentable fallecimiento de Dirceu Darío Carrillo Caballero, ocurrido en la mañana del miércoles 9 de mayo de 2018, en la vía que conduce a Palomino, Guajira.

Sabemos que todos tenemos que morir, solo que algunas veces puede ser más triste, más pronto como en el caso de este joven tecnólogo de profesión egresado del Sena, Barranquilla e Itsa de Soledad.

No quiero imaginarme como estará su padre, Humberto Carrillo o qué pensará su progenitora Martha Caballero, en estos momentos que sin lugar a dudas se eternizarán de padecimiento a partir de hoy. Enseguida me acuerdo del escritor y neurólogo Austriaco  Sigmund Freud, en la carta a Luis Binswanger, psiquiatra Suizo, escrita a raíz de la muerte de un hijo de éste, dice: “Sabemos que el agudo dolor que sentimos después de una pérdida semejante llegará a su fin, pero permaneceremos inconsolables y nunca encontraremos un sustituto”. Todo eso, porque la muerte transporta a los familiares a una crisis transcendental profunda que solo será superada con los hermosos recuerdos y emociones de Dirceu.

Por ejemplo, de mi mente jamás se  borrará, cuando él llegaba a mi residencia casi todas las noches para  que le explicara un trabajo de Inglés y yo le “mamaba gallo” cuando pronunciaba ciertas oraciones con su voz casi siempre velada de gruñidos. Tampoco 

olvidaré, cuando me decía que lo llevara a los estudios de Tropicana Estéreo, para ver en directo cómo yo  hacía el programa “El Concierto de la Salsa”, en el horario de seis a nueve de la noche de lunes a viernes. Dirceu, sin temor a equivocarme, era uno de los jóvenes en Colombia, que más conocimientos tenía del género Salsa, amén de una voluminosa discoteca  que cuidaba con sumo recelo.

Y también, en este banco de recuerdos, vivo está Dirceu, motivando anualmente los campeonatos de béisbol y fútbol inter barrios, en varias categorías, siempre mostrando su inimitable humildad acompañada de su infinita sonrisa. Yo siempre le decía que él era el dueño del corazón del barrio, porque siempre aparecía sonriendo en las fotografías.

¡Hasta siempre adolescente amigo, que una parte tuya quedará cautiva para siempre en nuestros corazones y jamás la deformará el olvido!

Un abrazo solidario, en nombre de los moradores de nuestra Urbanización, a todos sus familiares.

*Tito Mejía Sarmiento, docente, locutor, poeta (Colombia).

martes, 1 de mayo de 2018

Mundo real, no imaginario

Mundo real, no imaginario

Por Delia Rosa Bolaño Ipuana

Son las 10:00 a.m. y desde mi aula de clases empiezo a escribir lo que analizo sobre la situación política, social  y humano, y digo que es terrible lo que se puede observar en estas campañas presidenciales, donde existen diferentes grupos divisionistas, pero lo que da más tristeza es ver cómo los seguidores de izquierda o derecha se  ofenden sobre la vida y el rabo de paja de cada líder a quien siguen, bueno lo más curioso es ver cómo cada equipo defiende y tratan de tapar la culpa de su líder sacando los trapitos sucios y limpios del otro y lo más descarado  y sorprendente es ver cómo algunos de esos lideres han matado, han sido públicamente bandidos y ahora aparecen como la santa paloma y los que van a venir a solucionar la situación de todo un país según su ideal, la de sus seguidores y ver cómo el otro equipo se defiende de las acusaciones que les hacen y de las que aún no se comprueban, pero con la lengua podemos hacer historias fantásticas,  las ganas de imponer posiciones, cada quien tira para su lado, la mayoría de los candidatos se les conoce más por sus obras negativas y pasado sucio que por su buen nombre, el país está divido es lo más triste, quien apoya a Duque es paraco y quien apoya a Petro es guerrillero, ¿qué tal? 

Qué división. escuchar los debates donde a uno lo atacan todos por ser un t….de…U pero mejor no lo digo completo por que de pronto me ubiquen en cualquiera de los bandos, solo soy una colombiana que desea que vivamos en un país donde todos seamos uno solo, donde se respeten las diferencias, donde es necesario que exista ser diferente, ya que ello ha generado competencia, superación, libertad, la igualdad es aburrida, yo me dedico a escribir, mi estilo es diferente  a otros compañeros, como persona también soy diferente a otros, entre los ricos hay diferencias, entre los pobres también, ser pobre o rico es cuestión de existencia, no puedo  hablar de que el pueblo debe haber igualdad cuando yo soy un vivo ejemplo de desigualdad, no puedo hablar que el pueblo debe usar chanclas de 5 mil para que todos estén calzados mientras que con el valor del mío calzaría a mas de 1000 personas, no hay lógica entre lo que digo y hago, lo lógico seria empezar por vivir como los pobres como Lula, quien si es ejemplo de humildad, sin embargo nosotros los seres humanos somos tan incomprensibles por naturaleza y nos dedicamos a defender  las ideas y posición de los candidatos menos los interés reales de nuestro pueblo y gente.

Lo total es que hay que respetar las diferencias, vota por quien desees, si otra persona piensa votar por otro contrario a ti, eso que no te duela y no ofendas, la otra persona no puede pensar igual a ti, respeta eso, y si tu candidato no gana, respeta eso también, eso nos reafirma de que no todos pensaban como tú, soy maestra y que quede claro, no tengo porqué imponer mi pensamiento a mis estudiantes, ni mis inclinaciones políticas, eso jamás, lo que si me faculta la existencia es enseñarles a que sean libres, de elegir a quien les parezca más ajustado a la realidad y no a las historias fantásticas que solo podemos inventar los escritores, en mundos imaginarios y con personajes imaginarios, esto lo escribo respondiendo a un maestro que se refirió a mí diciendo que le enseño a mis alumnos, por que no estoy inclinada a su candidato, soy libre y por lo tanto eso enseño, a ser libres, no a manipular ni a sujetar personas.