lunes, 2 de septiembre de 2019

Alma Mater, Claustro de Formación de La Guajira, egresada destacada

Alma Mater, Claustro de Formación de La Guajira, egresada destacada 

Por Delia Rosa Bolaño Ipuana

Diciembre 5 del 2009, fue ese día en que culminé mis estudios profesionales en un claustro educativo en la tierra de compositores, la oportunidad de por fin ser licenciada, después de ser Normalista Superior de la Normal de Uribía, este claustro aunque en su momento no llenaban mis expectativas, fue esa puerta abierta  a mi crecimiento profesional, pues su apariencia física me desmotivaba, al llegar a él, me sentía aún en un colegio envejecido del estado, realmente en esos momentos no era agradable llegar, sin embargo, este sentir lo cubrían un poco  mis profesores de cada semestre, quienes a pesar del abandono institucional o la falta de pertenencia de quienes tuvieron la oportunidad de administrarlo, no llenaron los requisitos, pero ahí estaba mi seño Fabiola González, con el glamour que le caracteriza ante todo, sus significativas lecciones de crecimiento personal y de vida, también estaba Argemiro Amaya con su acertada  orientación sobre administración y así cada uno de mis maestros catedráticos,  quienes me permitieron aceptar estar en este claustro de formación técnica profesional, ellos lo hicieron significativo, lo daban todo por sacar profesionales de calidad, por lo menos en mí lo lograron.

Diez años después  de haber salido graduada y profesional, la única de mi promoción y programa, he visto grandes cambios significativos en esta que fue  una de mi casa de formación, no se puede negar y desconocer que Luis Alfonso Pérez, más conocido como Poncho Pérez, quien también es egresando de este maravilloso INFOTEP, ha mostrado no solo una excelente administración, sino un sentido de pertenencia y respeto por dicho claustro que también lo formó, Poncho Pérez ha cambiado la imagen de este lugar educativo, estructuralmente y administrativamente, tanto es así que el Infotep ha incrementado el número de técnicos formados en alta calidad de formación y preparación para servirle, no solo a San Juan sino a La Guajira, aunque muchos digan lo contrario hoy  siendo  4:15 p.m. sentada  en mi balcón, disfrutando de un suave viento que acaricia mi rostro, puedo pasar por el INFOTEP y su imagen ya no es aquella que  recuerdo, hoy tiene talla de claustro de formación profesional, donde transitan a diario más de dos mil estudiantes proveniente de diferentes puntos de La Guajira, generando empleo directo e  indirecto, con la existencia del INFOTEP, San Juan y La Guajira tiene la oportunidad de brindar capital humano al servicio de la sociedad, son 40 años de existencia capacitando para el trabajo y evitando más delincuentes para el país, felicito a mi casa el  INFOTEP, a sus maestros, administrativos, estudiantes, sanjuaneros, egresados y guajiros por estos años de existencia y por los que vienen, agradezco haberme hecho parte de este momento  especial, en el que se conmemoró los 40 años de vida jurídica e institucional, hoy 10 años después de haber pasado por el alma mater, celebro el reconocimiento que ella quiso galardonarme como egresada destacada en cultura y arte.

son las 6:15 p.m,  le digo a Poncho Pérez siga adelante que la respuesta siempre seremos los egresados y nuestro aporte constante a la sociedad.

Ya casi salen las estrellas, amo verlas desde este punto, donde el mismo viento aún juguetea con mi cabello y me invita dejar por un momento mi equipo electrónico.

Por el ojo de la cerradura

“Satélite”, la prolongación de Abel González Chávez

Por Tito Mejía Sarmiento

El 27 de agosto de 2019, falleció producto de una isquemia, en Barranquilla, ciudad donde naciera hace 76 años, nuestro dilecto amigo y colega de la radio y la televisión, Abel González Chávez, el hombre del sombrero, el hombre caribe, cuya inteligencia y bien afinada voz cautivaron  por más de 50 años a una considerable y proverbial audiencia. Es que Abel, sin lugar a dudas fue un gran locutor y periodista, generador de pasiones encontradas e influyente animador de los avances tecnológicos en diferentes medios del Caribe Colombiano, amén de ser un creativo muy singular de personajes como “El negro cadillo”, “ Ricardito”, (un travieso chiquillo personificado por  otro destacado radio periodista, Hellman Hincapié), que hicieron de las suyas con sus punzantes intervenciones como si afilaran las palabras en la propia roca del sigilo, después de que se suicidara el mediodía de lunes a viernes, en  el programa de variopintos  temas “Satélite” a través de las ondas hertzianas de Emisora Atlántico, espectacular.

Hoy, Abel abre el cerrojo y autónomo ya del tiempo insumable, sale del Satélite que condujo por tantos años, al lado de José Marenco, Eddy González, Wikipedio, Juan Carlos Boogie, Pepe Sánchez, Plinio Pires, El humorista Lucho Torres, Luzmila Torres, Raymond Hernández, Tim Briceño, el robotónico Yeyito entre otros, sin decir adiós en el viento ondeante, para volar con las alas bien abiertas hacia el espacio infinito.

Honor conocerte, mi pana Abel y sobre todo trabajar a tu lado, en la Organización Radial Olímpica durante más de 10 años. En nuestros tímpanos quedarán incesantes hasta cuando el recuerdo acumule su desnudez en la memoria del ilusorio sueño de mujer deseada, tus célebres seseos  al iniciar el programa: se, se, se señoras y señores, las reclamaciones muchas veces mal interpretadas por algunos de “La emoción del fútbol es el gol, Qué será de nosotros sin Teófilo Gutiérrez, Qué le estará pasando a Comesaña que los planetas se le están desalineando rápidamente, Qué hacemos con Electricaribe, por Dios”…

De lo que sí estoy seguro, Abel, es que algo sostendrá tu nombre en lo sucesivo para el bien de las generaciones futuras y también algo hará imposible que se olviden tus conjeturas expresadas con la sindéresis necesaria por el grado de lecturabilidad que tuviste  y que te catapultaron como uno de los grandes   comentaristas deportivos del país, junto a Fabio Poveda Márquez, Efraín Peñate Rodríguez, para solo mencionar los que nacieron con las olas del Mar Caribe impregnadas en la piel. Los videos que grabaste, mi recordado Abel, y que ahora fluyen con mucha aceptación en las redes sociales que tanto te gustaban, te prolongarán, puedes ponerle la firma, my dear digital man, desde la levedad celestial de tu propio ser que desde estos momentos descansa en paz.

¡Hasta siempre, maestro, hasta siempre,  estimado colega, Abel González Chávez!

¡Mi solidaridad total para los suyos!
Barranquilla, 29 de agosto de 2019