sábado, 29 de febrero de 2020

ICHITKI, CAPITAL INDÍGENA DE COLOMBIA

ICHITKI, CAPITAL INDÍGENA DE COLOMBIA

LA TIERRA QUE BRILLA en sus 85 años

 Por Delia Rosa Bolaño Ipuana

Es probable que Eduardo Londoño Villegas, el fundador de Uribia, se inspirara en los planos parisinos del barón Haussmann cuando trazó aquí, el 1 de marzo de 1935, las calles de la ciudad destinada a ser capital de la nueva comisaría de la Guajira. Eran los tiempos del primer período presidencial de Alfonso López Pumarejo (ROSSELLI COCK 2007). Cuyo nombre se dio en honor al caudillo liberal Rafael Uribe Uribe.

Su plaza octogonal en lugar de un Arco del Triunfo, hay un obelisco en cuya punta ondea una bandera, reconocimiento que estos caudillos le otorgaron a esta población precolombina, quien cada año entona su himno un 1 de marzo con gentil ademán, alzando su frente, corona de perlas, coqueteándole aquel que la quiso fundar. 

Como bien lo describe su himno cuyo autor, dice la información fue María de Betania.

Uribia a pesar del tiempo, ha logrado consagrar su tradición, sus manifestaciones culturales, ha consolidado cada arraigo pese al sometimiento del modernismo y la conquista misma que ha intentado borrar de su matriz una historia imposible de no poder leer, gracias a cada uno de sus habitantes que se han mantenido y que en cada década han fortalecido sus tradiciones y su tradición oral, brindando con el mismo tiempo atractivos a quienes la visitan, ya que posee bondades que la hacen única y atractiva como el Cabo de la Vela, Nazaret, punta gallina, puerto Estrella, Puerto nuevo, Puerto Bolívar, media Luna y así cada una de sus comunidades indígenas o rancherías que la hacen diferente, otro acto simbólico y maravilloso que mantiene esta tierra ha sido el festival de la cultura Wayuu, que se ha consagrado como el eje central de muestra sagrada de cada una de esas manifestaciones que hoy la engrandecen ante el mundo, pues concentra a propios y ajenos a disfrutar de las riquezas que la enaltecen, entre ellos personajes principales como el palabrero, putchiput quien es reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad, sus artesanas, tejedoras de sueño, quienes con su creatividad plasman en sus tejidos la magia de su amada (ichitki) Uribia, así mismo sus grandes diseñadoras, la elección de sus majayuras, sus  poetas como Glicérido Tomas pana Uriana( qepd), escritores, periodistas, profesionales en cada campo social, políticos, líderes sociales, maestros, sindicalistas y así cada  uno de aquellos que hoy coronados de perla la enaltecen el nombre de esta población que celebra sus 85 años de fundada.

En estas 8 décadas Uribia entonará su himno con gentil ademan, sus hijos nativos y propios  preparan una gala en honor a su nombre, existencia y fundación, permitiendo que ella sueñe y viva una real transformación, en estos 85 años, uno de sus hijos, el alcalde wayuu tendrá la responsabilidad de hacer que esta aproximación al siglo se pueda seguir leyendo que ichitki se consolida más, que sus servicios básicos sean esa base sólida para que este pueblo pujante siga avanzando y que cada uno de sus hijos puedan aportar desde la preparación, la educación y que estas mismas sean esa plataforma de una real transformación en cuanto a la calidad de vida y al fortalecimiento de esos usos y costumbres desde la tradición oral.

Que este 2020 en sus 85 años, Uribia brille aún más, que el Cardenal Guajiro, el mar Caribe y el cardón, sigan inspirando a sus habitantes, para que se valore y se aproveche todo el potencial que solo ella puede brindar.

 Feliz cumpleaños, Ichitki y que el jayechi y el kasha suenen en tu honor

martes, 11 de febrero de 2020

El trabajo de los periodista no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas se esconden

El trabajo de los periodista no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas se esconden ( Ryszard Kapuscinski)

Por Delia Rosa Bolaño Ipuana

Dejar pasar esta fecha especial 9 de febrero, en el que la historia empezó a escribir en sus paginas ante el nacimiento y la circulación 1791 por primera vez el "Papel Periódico de Santa Fe" en la ciudad de Bogotá. Cuyo fundador fue Manuel del Socorro Rodríguez, quien se ejerció como bibliotecario, periodista, ensayista y poeta en la época de la Nueva Granada, actualmente territorio colombiano.  En el periódico se publicaba información alrededor de temas literarios, políticos, científicos y cotidianos de la época. 

No esta de mas resaltar que a nivel internacional se celebra el 8 de septiembre en homenaje al periodista checo Julius Fucik, ejecutado por los nazis el 8 de septiembre de 1943.

Volviendo aterrizar a la fecha que nos convoca cada 9 de febrero, en honor a nuestros periodistas, es para mí como columnista resaltar con mi arte a todos y cada uno de esos que hacen posible que las noticias, informaciones y situaciones locales, regionales, nacionales e internacionales lleguen a nuestras casas o en el lugar en el que estemos ubicados.

No es una labor fácil la de nuestros periodistas, así mismo se cita:
"El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para esto y esté dispuesto a vivir sólo para eso, podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente." (Gabriel García Márquez,2015).

Son ustedes, periodistas, esa oportunidad que la existencia, el tiempo y la realidad nos ofrece para saber aquello que sucedió, aunque no estemos, ustedes son quienes nos muestran un camino que seguramente será real según la calidad de su investigación, nos sentimos seguros de que se mantendrán en el tiempo siendo la luz en aquella oscuridad que no podremos ver de inmediato.

Felicitaciones a todos y cada uno de nuestros periodistas colombianos, regionales, costeños, guajiros en todos los medios de información.

 Quiero resaltar el evento que se ha convertido en algo sagrado como la fecha misma, la integración que realiza nuestro distinguido amigo, colega y periodista Hermes Francisco Daza, quien año a año cita a cada periodista de la Guajira y del Cesar a reunirse en un almuerzo y conversatorio en san Juan del Cesar, Hermes, durante ya varios años entrega su corazón y esto le ha permitido que cada uno de sus amigos lo apoyemos y acompañemos a este evento como espacio de reflexión sobre el trabajo que desarrollan cada año los periodistas , por lo cual es apoyado por el Cardenal mayor Ismael Fernández Gámez, otro periodista que de alguna manera también contribuye a que diariamente todo su equipo periodístico nos mantengan informados, como cada uno de los espacios de noticias, periódicos, que recorren nuestro territorio a ellos y a todos los periodista de mi amada dama Guajira, feliz día y recuerden: “Sólo quien sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre”. José Martí

Por el ojo de la cerradura

Piel braille

Por Tito Mejía Sarmiento

Para Homero y Sonata, invidentes de la calle 100

Con sus voces se fueron guiando como si vivieran en sus ojos: ¿De qué lado estás, Sonata?
-A un metro tuyo, Homero.

Y así, a fuerza de tacto, vaciando la timidez, se inundaron de ganas, se despojaron de sus prendas hasta quedar completamente desnudos. La  claridad de la alcoba contrastaba con la cerrazón de sus ojos. Por la dureza y el alto relieve de sus pezones, se notaba que la piel de la muchacha jamás había sido domesticada. De pie, frente a frente,  él  comenzó a besarla en derredor a su nuca lo que la llevó por momentos a lanzar unos gemidos breves y precisos de amor en la entrada de un precipicio. Luego, pensándose dentro de cada uno, se besaron en la boca sin decir una palabra, se manosearon repetidas veces la piel braille de sus cuerpos,  mientras la tarde se iba tendiéndose a sus encantos. En ese caos de caricias y de súplicas, es decir, en ese nada existe que no se olfatee, Sonata
abrió inevitablemente sus piernas para que Homero hundiera toda su erecta sombra en la estrecha cordillera de ella, hasta derramarle la hirviente llamarada con todos sus poderes lácteos. Al final, sus miradas parecieron perderse a lo lejos en el alma del silencio. Ambos sonrieron momentáneamente por el deber cumplido. Ellos, dueños de sí mismos, están seguros que a lo mejor en otra ocasión, aunque no existan las miradas, sus ágiles manos imantarán nuevamente bajo la piel de Erato  como una víbora que devora y resucita, la luz de los deseos a la velocidad del minutero obediente en ojos ajenos.