jueves, 7 de mayo de 2015

Desde las troneras del San Felipe

UN LLAMADO A LA UNIÓN

Por Juan Carlos Céspedes

FECODE no puede derribar un sistema que los mismos maestros han ayudado a erigir con sus votos irresponsables por sus propios verdugos. Es sabido que la educación es la puerta a la libertad, así que los dueños del sistema corrupto, tenedores de las llaves, no serán quienes le brinden al pueblo las alas para que este vuele libre.

La división sitemática y efectiva de todas las esferas populares (pueblo) ha permitido que todos los derechos ciudadanos estén conculcados de alguna manera. "Un pueblo unido jamás será vencido" gritan los protestantes en sus marchas, cuando debieran gritar: ¡Estamos divididos y vencidos! Porque esa sí es la realidad.

FECODE, una fuerza sindical que aparece una vez al año, no tiene la fortaleza suficiente para resisitir un largo pulso contra un Gobierno que cuenta con todas las herramientas "democráticas" para debilitar a su oponente, eso sin nombrar las medidas paralelas utilizadas para desprestigiar cualquier acción de gremio, que vemos cómo el pueblo ataca a sus propios miembros.

Los educadores, una gran fuerza que desconoce su propio poder, ni siquiera son capaces de escoger un concejal en una ciudad, un pueblo o una vereda. El poder político es ninguno, se vio cómo no hubo voces de apoyo en el Congreso, que es donde las fuerzas políticas se imponen y hacen respetar sus intereses de grupo. Sí los mismos sindicatos están desunidos, si cada cual es una rueda suelta incapaz de solidaridad, si priman los intereses particulares, si los mismos maestros están desafiliados, si muchos se quedaban en sus casas en unas vacaciones irresponsables, que puede suceder sino lo que ha pasado: un acuerdo pírrico para un sector irresponsable políticamente hablando.

¿Enseñará esta experiencia al sector para canalizar sus fuerzas hacia verdaderos representantes naturales de sus intereses reales? Me temo que la historia dice que no, que el magisterio seguirá dividido como siempre, votando en las elecciones políticas por el tunante de turno que NUNCA LO REPRESENTARÁ de ninguna forma en alguna de las instancias definitivas como ha sucedido una vez más.

Que no se piense que ha habido una derrota, hay que aprovechar la batalla dada para entender que el sector debe seguir fortaleciéndose, solo así se puede obtener la capacidad y poder de negociación desde una posición seria. El desmonte de todos los golpes recibidos por el sistema corrupto, no puede tumbarse de un solo tajo, máxime cuando los mismos docentes con su apatía política han ayudado, directa o indirectamente, a que el monstruo se haga fuerte. En palabras elementales: No se puede tumbar en un día lo que hemos ayudado a solidificar en años.

Señor (a) docente, recuerde que usted integra el constituyente primario, y es usted quien delega sus poderes a unos tipos y tipas que tomarán decidiones en su nombre ¡NO LO OLVIDE la próxima vez que vote!

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