viernes, 7 de febrero de 2014

Por el ojo de la cerradura

“Cantándole a mi Valle” 
Juan Piña con Andy Montañez, Gustavo Gutiérrez y Johnny Ventura 
(Desgranando sentimientos en una hermosa tierra)

Por Tito Mejía Sarmiento *

Cuando el lunes 20 de enero de 2013, regreso a casa después de mi acostumbrada caminata y  de fijarme en las agraciadísimas flores que crecen a lo largo del camino para esta época del año y, mientras a lo mejor en otras partes del mundo todo se individualiza, abro la puerta y en el acto, me encuentro con una agradable sorpresa sobre la mesa del comedor: Un CD titulado “Cantándole a mi Valle”, que me había dejado en calidad de regalo el maestro Juan Piña Valderrama por motivo de mi cumpleaños. Un CD, cuya voz líder es precisamente la de Piña, acompañado en esta ocasión por tres grandes del pentagrama musical hispanoparlante: Andy Montañez, Gustavo Gutiérrez y Johnny Ventura. Además, de otros músicos de un alto reconocimiento. 

Es un homenaje gratificante de  Juan Piña, ganador del Grammy Latino 2012, a Valledupar, la tierra que
desgrana sentimientos por todos sus contornos con su inmensa galería de rapsodas. Un compacto que trae once (11) bellísimas canciones, de las cuales “La conquista” de Edilberto Daza, puede convertirse una vez más, según mi humilde concepto y espero no violar la tradición sabiamente enrejada de los entendidos, en un suceso nacional, sin descartar lógicamente, el resto de melodías impregnadas en esta compilación. Por ejemplo, para  esta temporada de carnaval, “La hamaca grande”, de  Adolfo Pacheco Anillo, donde Juan Piña invita a  Johnny Ventura podría ser la canción más sonada, independientemente de cualquiera discusión bizantina, entre los programadores de radio, quienes entre otras cosas, como lo manifestara hace pocos días en algunos medios de comunicación de nuestro país, el gran pianista colombiano Álvaro Cabarcas “Pelusa”, no entienden siquiera lo que es un esfuerzo concertado de unificar la afinación de un grupo u orquesta.

Aquí en este nuevo trabajo musical, el niño de San Marcos, se hace acompañar además de verdaderos profesionales en la instrumentación.

Ojalá el tiempo no sepulte en el olvido esta joya musical colombiana como lo ha hecho con tantas vidas, tantos amaneceres, tantas esperanzas, tantos idilios, mientras la brisa cautiva las hojas  antes de caer al suelo  para que  luego, un niño las recoja con los ojos fajados entre la pureza y la ficción.

Ojalá cuando esté en mi butaca, escuchando una estación radial de las tantas que hay en Barranquilla, sobre todo en la frecuencia modulada, suene por lo menos una de las once (11) melodías registradas en este compacto, varias veces al día. Entonces, mi deseo será otra metáfora de vida.

De verdad que sí, de verdad que lo imagino.

Barranquilla, 23 de enero de 2014
Tito Mejía Sarmiento * 
Correo:titoms17@gmail.com
Licenciado en Filología e idiomas, Universidad del Atlántico; locutor profesional, poeta. Profesor de Tiempo Completo del Instituto Técnico Nacional de Comercio (Instenalco), de Barranquilla. 

2 comentarios:

  1. ANTONIO ALONSO GALLARDOfebrero 07, 2014

    TREMENDO REGALO DE CUMPLEAÑOS. ¡GRANDE EL MAESTRO PIÑA!

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  2. UN REGALO ASÍ DE CUMPLEAÑOS Y DE SEMEJANTE PROCEDENCIA, ES UNA BENDICIÓN. LARGA VIDA AL MAESTRO JUAN PIÑA VALDERRAMA. LA BUENA MÚSICA PREVALECERÁ.

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