sábado, 1 de septiembre de 2012

Columna vertebral

La   euforia y el humor en la poesía de Wichy, El Rojo.          

Por  Jaime Arturo Martínez        



Jesús García Sánchez en un ensayo consigna lo siguiente : "Afirmaba Eliseo Diego que Luis Rogelio Nogueras, Wichy, también llamado 'El Rojo' por su pelo cobrizo, era uno de los poetas cubanos que con más austeridad, delicadeza y amor se han acercado a la misteriosa criatura que llamamos Poesía”. Luis Rogelio Rodríguez Noguera, conocido como Luis Rogelio Nogueras y apodado Wichy, El Rojo, Wichy el Rojo nació en La Habana, el 17 de noviembre de 1944, en El Vedado y falleció el 6 de julio de 1985. Es uno de los poetas que abanderó la renovación del lenguaje lírico, pues para él no había que hacer poesía para la revolución, sino, poesía desde la revolución. Afirmaba que   el poeta es un creador y la poesía un testimonio de su paso por el mundo. Por eso, Nogueras le sumó un importante vigor coloquial y una fina ironía a sus obras y no solo se apartó, sino que desmembró ese lenguaje manido,  que él consideraba insuficiente y limitado. La obra de este cubano es admirable por el jolgorio, la euforia, el humor y la ironía. Nos entrega – a quienes pergeñamos poesía – una excelente  herramienta que nos invita a no someternos a la tradición y , por el contrario, a trabajar con lenguajes renovados. Cito ahora dos poemas que ilustran lo dicho y que tengo la plena seguridad de que se los gozarán. El primero es El último caso del inspector. El lugar del crimen /no es aún el lugar del crimen: /es sólo un cuarto en penumbra/donde dos sombras desnudas se besan. /El asesino /no es aún el asesino: /es sólo un hombre cansado /que va llegando a su casa un día antes de lo previsto, /después de un largo viaje. /La víctima /no es aún la víctima: /es sólo una mujer ardiendo /en otros brazos./

      El testigo de excepción /no es aún el testigo de excepción: /es sólo un inspector osado /que goza de la mujer del prójimo /sobre el lecho del prójimo. /El arma del crimen /no es aún el arma del crimen: /es sólo una lámpara de bronce apagada, /tranquila, inocente /sobre una mesa de caoba. El segundo poema: Pérdida del poema de amor llamado "Niebla”:

      Ayer he escrito un poema magnífico/ lástima/ lo he perdido no sé dónde/ ahora no puedo recordarlo/ pero era estupendo/ decía más o menos/ que estaba enamorado/ claro lo decía de otra forma/ ya les digo que era excelente/ pero ella amaba a otro/ y entonces venía una parte/realmente bella donde hablaba de/ los árboles el viento y luego/ más adelante explicaba algo acerca de la muerte/ naturalmente no decía muerte decía/ oscura garra o algo así/ y luego venían unos versos extraordinarios/ y hacia el final/ contaba cómo me había ido caminando/ por una calle desierta/ convencido de que la vida comienza de nuevo/ en cualquier esquina/ por supuesto que no decía esa cursilería/ era bueno el poema/ lástima de pérdida/ lástima de memoria.

      Vale, más que la pena empaparse de su obra, no solo es aleccionante, sino una experiencia estética sin paralelos. Les dejo esta décima que escribí sobre este autor: LUIS ROGELIO NOGUERAS: “Estas manos con que escribo” / ( Mi obituario ) Los amigos / todo eso que va conmigo /Podrían ser los instrumentos / De este quehacer(¿) .Memento / Lucha lectura. La euforia / Que da vueltas en la noria / del poema. Y la rueda / De la vida que remeda / Mi testa de zanahoria. Hasta la próxima.          

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