sábado, 27 de febrero de 2016

Preguntas al General Santander

Señor, General Santander

Por: Luis Payares Mercado

Señor, General Francisco De Paula Santander; es a usted a quien van dirigidas estas palabras que con pesar, tristeza e indignación y acompañadas con remordimientos profundos se le hacen saber.

Usted que es conocido como “El Hombre de las Leyes”  y que, en Sincelejo se le ha hecho  reconocimiento y se le ha asignado un parque; el central, que lleva su nombre y su presencia  en  una efigie,  que sostiene el rollo de las  Leyes en una de sus manos  y que su rostro mira  hacia el lugar en  referencia a seguir: allí, mi General, donde están dirigidas las pupilas de sus ojos, donde su mirada sin espabilar se fija constantemente. Sí,  es allí, mi General,  precisamente donde están sucediendo cosas en Sincelejo como si no hubiera leyes, ni gobernantes, ni entidades que tengan que ver con los seres humanos. Es  allí, mi General,  donde unas mujeres se deterioran a expensas de sus pupilas y de las de todo el pueblo indolente que por el parque; por  su parque transitan.

Allí, mi General, se reúnen una  que otra cantidad de mujeres que viven de la prostitución en pleno parque, en plena sala de la capital sucreña. Allí, mi General, hay unas mujeres en estado de embarazo que siguen practicando esta actividad peligrosa para sus vidas y para la vida de los bebés en gestación. Se llamaría esto entonces, un problema de salubridad pública, de amoral,  de prostitución y de indiferencia a los problemas sociales de este pueblo. 
   
Señor General Santander; acaso, en esas leyes que usted sostiene en  una de sus  manos,  ¿no existe  los derechos de dignidad para estas mujeres y para estos bebés en desarrollo fetal?  ¿No están los derechos que el ICBF debe garantizar a estas mujeres y a estos niños por nacer? ¿No están  los derechos humanos para con  estas mujeres y sus hijos? ¿No existe un defensor del pueblo que deba defender a este pueblo?

Señor General Santander; acaso, no se ha preguntado usted ¿Dónde están las otras mujeres, que dizque defienden los derechos de las mujeres y de estas madres y próximos hijos por nacer, qué? ¿Dónde están las ONGs? ¿Dónde están los Honorables Concejales de Sincelejo?...

 Señor General Santander; usted que permanece en su parque y que sabe por dónde le entra el agua al molino, perdón, a la fuente ¿No ha hablado usted con el Alcalde de Sincelejo, Doctor Jacobo Quessep Espinosa, para tratar seriamente sobre este problema social que a diario crece en su parque? ¿No ha hablado usted con su vecino inmediato, Monseñor José Clavijo Méndez, para tratar este caso de amoral que está sucediendo en los alares de la Catedral? 

Señor General Santander; con todo el respeto que usted se merece,  en su parque, esto y otras cosas más;  no deben suceder ¡Pero están sucediendo! ¡Permiso, señor  General!

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