viernes, 23 de mayo de 2014

Impresiones

La luz ha sido anunciada

Por Nadim Marmolejo Sevilla

La poesía de Conrado Alzate Valencia (Riosucio, Caldas) es realmente luminosa. Sus versos son como un resplandor que revela el abismo terrible que ocultan las sombras monumentales de la historia. En ellos viene bien empacada la cura del aburrimiento y la irreflexión en la que cada día cae la juventud, principalmente. La lectura de su reciente antología personal “Cantos para anunciar la luz” es un modo estupendo de escapar de las garras de tales monstruos modernos.

El poeta Alzate Valencia invoca el auriga de los sueños para poder llevar su mensaje al espíritu de los hombres que han sido avasallados por la transformación de la cotidianidad, cuya característica más sobresaliente es la entrega total a las nuevas tecnologías que lo han convertido en un ente casi de piedra, insensible, a veces, e impertérrito en otras ocasiones, ante las inclemencias del tiempo infalible. Sus poemas no son una respuesta a todo, pero sí un motor para que cada quien se haga las preguntas correctas.

En las páginas de “Cantos para anunciar la luz” la poesía logra hacer visible su mejor rostro. Cada palabraestá preñada de albor y está inspirada por la fuerza demoledora de la esperanza y el amor al prójimo al que poco crédito le otorgara en el pasado lejano el profético Friedrich Nietzsche.

Las pequeñas y grandes conclusiones filosóficas y existenciales a las que ha llegado en la vida Conrado Alzate Valencia, son las que van montadas en el lomo de estas maravillosas líneas poéticas, esas que nacen del cúmulo de derrotas y triunfos que hacen que la vida humana sea más animada y cuentan, al fin y al cabo, para afinar el intelecto volviéndolo capaz de descifrar más pronto que tarde los caminos que faltan por recorrer en este mundo.

Conrado Alzate expresa en el texto “Adriano se despide de Roma”, pág. 29, que no le teme a su suerte, sino al olvido. Este último, un dinosaurio reconocido que acecha a todo el mundo desde el principio de los tiempos y que solo puede ser vencido por la luz eterna.  Empero, lo que quiere decir en el fondo (y esta interpretación es mía) es que el olvido que le asusta no es el que desbarata la memoria humana, más bien se trata del que imponen los sistemas de gobierno que denigran de la actividad intelectual.

Por eso me hace suponer que lo quiere manifestar fundamentalmente el poeta de Riosucio, Caldas, es que a la poesía no le basta con estar a salvo de tales corrientes absurdas, sino estar siempre a la vanguardia en el quehacer humano para merecer la eternidad. De ahí su preocupación enorme por lo que viene, como lo revela en el siguiente poema:

Un verso para el recuerdo
Yo se que mañana, los poderes fríos y enigmáticos
de otro mundo, vendrán por mis huesos y mis órganos.
Sé que todo lo mío partirá dócilmente tras el olvido.
Pero tal vez un verso se revele para salvar mi nombre
y se quede anclado en los cálidos labios del recuerdo.

Conrado Valencia es un poeta incansable. Trabaja y escribe sin interrupción. Su conversación es agradable y edificante, no se muerde los labios para retener en la boca la defensa de la poesía como constructora sobresaliente de mentes sanas y de tolerancia. Su obra poética es como semilla que busca terreno fértil para germinar. Y lo ha conseguido puesto que ya han nacido en Caldas poetas nuevos gracias a su labor pedagógica.

He tenido el gusto de verlo y oírlo recitar sus poemas en Manizales y no dudo en declarar que lo visto hasta ahora es apenas la punta del iceberg de un alma grande y genuina, portadora de las mejores cualidades y calidades humanas.

El libro en mención hace parte de la colección “50 Poetas colombianos y una Antología” que se publicara en 2010 bajo el sello Caza, de libros de Ibagué, Tolima. Fue ganador del Primer Premio de Poesía de Caldas (2007) con la obra Apología de los dragones, que va por la segunda edición. Ha publicado, además, los libros de poesía Paraísos inexistentes (2000), Canción de Ahasverus (2000), Versos de amor (2004) y Memoria de la sangre (2006).

El poeta Conrado Alzate Valencia* (1962) hace parte en la actualidad de la red de bibliotecas públicas de la ciudad de Manizales y participa activamente en el movimiento cultural de esta parte del país cuya vigorosidad es bien conocida a nivel nacional.

Buen viento y buena mar para toda su obra.

*Para mayor información del autor consulte su perfil en Facebook.

Solo, una generación dispuesta

Solo, una generación dispuesta 

Por: Luis Payares Mercado

Era el primer día de la semana, domingo. El sol abrió sus ojos claros. El nuevo colirio le hacía empezar un nuevo alumbrar; como si todo se hubiese reiniciado. Pero, menos la marca. Allí estaba, allí está y allí seguirá. Ni tú, ni yo, ni nadie la quitará porque siempre habrá muchos, a quienes les interese. Solo cuando una generación decidida, se empeñe en no hacer más planas en los tarjetones, porque las pruebas Pisa se lo requieren, porque renunciaron a la muerte violenta, y porque se ha  dispuesto a vivir en una democracia no fingida. Solo así, entonces se cambiará  la  marca de la corrupción.

Ese día, al amanecer, cuando las Marías fueron a ver el sepulcro de Jesús, y que hubo un gran terremoto porque un ángel del Señor descendió del cielo para anunciar que Jesús no estaba en la tumba; pues, había resucitado como había dicho. Pero allí, también estaban unos de la guardia quienes custodiaban la tumba y dieron aviso a los principales sacerdotes de las cosas acontecidas.

Al escuchar los principales sacerdotes la narración de lo sucedido y que sabían que era verdad. Brotó de ellos la concupiscencia, la maldad, la maldita corrupción, en no aceptar las cosas como Dios las había establecido después de haberlas acordado con los hombres. Sino en reunirse los interesados y ofrecer mucho dinero a los que vieron y ven la realidad de las cosas. Ellos, los elegidos por tradición y familia, los que siempre están interesados en que la  corrupción siempre prospere, se olvidaron o mejor se olvidan de lo que Dios y la sociedad les  han  encargado y se enfilan a dar instrucciones como quien manda  a un niño a comprar a la tienda y le pide varias veces que repita, qué es lo que va a comprar —Toma el tarjetón, marca así y así. Para que no venga con un producto del cual no se le ha ordenado. “…Decid vosotros: sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron estando nosotros dormidos.” Aquí la cosa se puso dura, ¿cómo es que unos guardias, no pocos, iban a estar dormidos y se iban a dejar llevar un cadáver? ¿Y después de un terremoto? ¿Creen ustedes que nosotros somos tontos?, no ven que la Ley romana manda muerte para el soldado que no cumpla a cabalidad con su oficio. ¿Creen ustedes que el gobernador se va a comer este cuento? —Tranquilo muchachos  que “… si esto lo oyere el gobernador, nosotros lo persuadiremos, y os pondremos a salvo.” ¡Ahhh! Bueno, así las cosas cambian, así es otro cantar. El cantar de la maldita corrupción, que  empezó a enraizarse y penetró en lo que era nuevo en “… las casas viejas pasaron;  he aquí todas son hechas nuevas”. Como si la corrupción hubiese venido en el paquete de las cosas nuevas. No, la marca viene por otro lado. No por la sangre de Jesucristo. Viene por la corriente de la sangre de Caín, que arremete contra su hermano. Y la guardia cayó en la perversa  corrupción. En el otro cantar, “Y ellos tomando el dinero, hicieron como se les había instruido.” Marcaron como la corrupción mandó. Cumplieron la instrucción. Hicieron la plana que les pusieron.  Pero acaso, esa instrucción perversa, no estaba antecedida por la instrucción de  la Ley de Dios: “No digas falso testimonió” ¿De dónde salió este falso testimonio?  ¿Acaso no fue de los que alimentan la maldita corrupción? Sí, de ellos; de los que tenían poder, perdón lo  tienen. Claro, esta maldita corrupción que nos corroe y nos carcome los huesos, las coyunturas y nos apolilla la conciencia y nos hace ser una generación fingida. “Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy” El dicho quedó entre los judíos. Pero  hasta acá, hasta  los colombianos y hasta hoy y hasta mañana y hasta que nuestras generaciones quieran, seguirán marcando la corrupción, seguirán haciendo y diciendo como les indiquen. Seguirán haciendo la plana. Así es que se le  sirve a la corrupción. Ella seguirá divulgándose y haciendo lo propio. Parece mentira, pero se escucha su voz perversa: —Primeramente a marcar, que por  lo demás, nos encargamos nosotros. Marquen así y así. Aquí lo importante, es que usted marque bien. —Doctor, ¿Y las propuesta y el programa de gobierno y quienes lo van a acompañar? —No, eso no interesa, aquí lo que importa es que tú estés bien; y si tú estás bien yo también. — ¿Y la democracia doctor? —Esa es la que estamos haciendo: que a ti, se te dé tu parte. —Entonces doctor ¿cómo es que tengo que marcar? Y así, la corrupción, que con una perversa persuasión, desde la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo  ha venido  instruyendo, para que lo de Dios sea olvidado, y  preferido ella, como la gran solución. “Pero los once discípulos se fueron  a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.” En la generación dispuesta  no debe haber ninguno vestigio de duda, para que pueda llegar la libertad. “A algunos que dudan, convencedlos.” Dijo San Judas, no el Iscariote. 
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Santa Biblia, Reina Valera, Rev. 1960: Evangelio según San Mateo, cap. 28.   (2Corintios: 5: 17); San Judas 1: 22

viernes, 9 de mayo de 2014

Incidencia de la literatura garciamarquiana en la educación colombiana

Incidencia de la literatura garciamarquiana en la educación colombiana 

Por: Luis Payares Mercado

Con la ausencia de Gabriel García Márquez, en Colombia se ha despertado todo tipo de investigaciones sobre la vida del Nobel. Y es más, han surgido muchos ensayos y escritos que resaltan su importancia en los distintos niveles locativos, en el ámbito periodístico, musical, político y por ende,  el literario. Es por esto, que corresponde también abordar el espacio de la educación como un beneficiado de la literatura garciamarquiana. 

Entendiendo la educación como un proceso continuo que busca desarrollar las capacidades intelectual, moral y afectiva de la sociedad sin desconocer la cultura y las convivencias donde  se aplica. Sería apropiado por el propósito  que se aborda preguntarse: ¿Cuál ha sido la incidencia de la literatura gaciamarquiana en la educación colombiana? Esto motivaría primeramente a imaginarse ¿Qué hubiera sido de la educación colombiana sin la literatura garciamarquiana?

La literatura es uno de los elementos que siempre ha acompañado a la educación; inclusive, desde el nacimiento del ser humano. Desde muy pequeño, al niño se le cantan historias (canciones de cuna), luego se le cuentan historias (narraciones familiares y del entorno), más tarde  otro se las lee y él las escucha; posteriormente él mismo las lee y las cuenta;  por último, queda comprometido  con la vida misma, en escribir aplicando el  desarrollo que ha adquirido, para que las venideras generaciones conozcan los avances obtenidos en  la cultura de  sus días. El escritor Cartagenero Juan Carlos Céspedes Acosta manifiesta en uno de sus comentarios que “Lo peor que le puede pasar a un escritor es él mismo ser su obra, pues cuando se vaya de este mundo, se la llevará consigo y no dejará nada digno de leer.”
Esto también fue abordado por el Nobel colombiano en “La Proclama” Por un país al alcance de los niños “Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma.” En esto radica la literatura garciamarquiana. 

La educación colombiana; arbitraria, de brazos abiertos acogió su literatura, la incluyó en su pensum de estudios y análisis literarios para abordar temas de interés nacional, cultural, político y social entre otros. Esto permitió que surgieran en las instituciones educativas las comparaciones interculturales de lo nuestro y lo exótico. Que se avanzara en el desarrollo de lo periodístico y lo literario,  que se profundizara en lo narrativo y lo poético, que se ahondara en la expresividad de nuestra  lengua castellana. García Márquez, fue un importador de cultura y exportador de la  nuestra, enriqueciendo así a la educación y ampliando un camino a unas nuevas generaciones para que abordaran con plena confianza la vida literaria.

De no haber sido así, los espacios de sus decenas de obras literarias dentro de las escuelas y colegios habrían estado ocupados por obras de escritores extranjeros  conociéndolos a ellos y desconociéndonos a nosotros. 

Gabriel García Márquez  vio la educación alejada de la escuela “Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela.” “Frase de Bernard Shaw que García Márquez ha hecho suya.” Presuntamente para explicar que la educación  debe ir mancomunada con la escuela y que las dos se ven reflejada en un literato como lo fue él. 

“En una ocasión, Fabricio Caivano, el fundador de Cuadernos de Pedagogía, le preguntó a Gabriel García Márquez acerca de la educación de los niños. “Lo único importante, le contestó el autor de Cien años de soledad, es encontrar el juguete que llevan dentro”. Cada niño llevaría uno distinto y todo consistiría en descubrir cuál era y ponerse a jugar con él. García Márquez había sido un estudiante bastante desastroso hasta que un maestro se dio cuenta de su amor por la lectura y, a partir de entonces, todo fue miel sobre hojuelas, pues ese juguete eran las palabras.

Es una idea que vincula la educación con el juego. Según ella, educar consistiría en encontrar el tipo de juego que debemos jugar con cada niño, ese juego en que está implicado su propio ser.”

Entendiendo entonces que se  puede ser educado aunque no escolarizado, pero  también se puede ser educado y por ende escolarizado. De igual sentido también se puede ser escolarizado aunque no educado. Lo importante que se debe entender, es que la educación nunca se debe interrumpir por falta de escuela. Hay que hacer escuelas para que haya educación.

La educación viene a la escuela  para formar una sociedad con  el desarrollo de las ciencias y las artes. García,  manifestaba también, que era necesaria “Una educación […] que integre las ciencias y las artes a la canasta familiar, de acuerdo con los designios de un gran poeta de nuestro tiempo que pidió no seguir amándolas por separado como a dos hermanas enemigas.” En fin; Gabo, satisfacción has dejado, con tu abundante literatura que será desmenuzada por los emergentes  lectores y llevada a  la escuela como alimento de arte;  ahora más que nunca, en donde la educación, la ciencia y las artes convivirán  como hermanas. Imperó tu persuasión. Asumida, será  su  proclama.

 Gabo, con tu muerte, se está a la espera  que las entidades estatales  acudan con prontitud a saldar la cuenta pendiente que tienen con el “Coronel” que ha vivido más de cien años de soledad. 

Bibliografía:
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. “La proclama: Por un país al alcance de los niños”. En: Colombia: Al filo de la oportunidad - Misión Ciencia, Educación y Desarrollo (Tomo I). Bogotá, Presidencia de la República – Consejería para el Desarrollo Institucional – COLCIENCIAS-Tercer Mundo. Santafé de Bogotá, 1995. 
  —.“Un manual para ser niño”. En: Documentos de la Misión Ciencia, Educación y Desarrollo: Educación para el Desarrollo (Tomo II). Bogotá, Presidencia de la República – Consejería para el Desarrollo Institucional – COLCIENCIAS-Tercer Mundo. Santafé de Bogotá, 1995.
MARTIN GARZO, Gustavo. LA EDUCACION DE LOS NIÑOS
CÉSPEDES ACOSTA, Juan Carlos. Comentarios literarios. 
TEDIO, Guillermo. Gabriel García Márquez: Educación, identidad y violencia

El ojo de la cerradura

¡Paciencia, paciencia, paciencia,  por favor! 
El apagón más largo en la historia de Barranquilla
Dolor, caos, angustia, pérdidas millonarias en muchos sentidos y,  dos personas muertas

Por Tito Mejía Sarmiento

Domingo 4 de mayo de 2014.

Las manecillas de mi reloj marcan las 2:30 de la tarde. Comienza a caer el primer aguacero del año sobre Barranquilla, llamada por la dirigencia engañosa: La capital del TLC (Tratado de Libre Comercio).

Como por arte de magia, a los 10 minutos,  la luz se va en casi toda la urbe y su área metropolitana.
Me dirijo a mi alcoba donde mi nieta Válerie, de un año de nacida, se ha despertado llorando, producto a lo mejor de las hogueras de calor que empiezan a  encender en su cuerpecito. La cargo en el acto,  y me dirijo abrazándola a la terraza en busca de una corriente de aire, al mismo tiempo que un pájaro de pertinaz trinar trata  de buscar a lo mejor, refugio  en las ramas de un frondoso árbol sembrado al frente  de mi casa.

7:00 de la noche. Varios vecinos precavidos van a la tienda del cachaco Galindo,  a comprar unas
veladoras. Un perro callejero  sobrevive de las sobras de la basura. Un  borracho tambaleante putea al gobierno de turno, un bolero de Bienvenido Granda se alcanza a oír de un  radio portátil…

A la media noche, todos semidormidos y cercados de calor y zozobra con las ventanas abiertas, mientras una gata en celo busca a su macho amado en los alares, mientras la luna alumbra con su luz propia.

Lunes 5 de mayo,  la zozobra sigue. No hay luz en un 80 %  de la ciudad y su área metropolitana.

Entonces, Betty Yadira García, gerente de  Electricaribe, empresa prestadora de los servicios de energía, como siguiendo una recomendación venida de la madre patria, les pide a los usuarios afectados que tengan un poquito de paciencia a través de los medios de comunicación porque ya todo se va a solucionar en las próximas 4 horas.

Martes 6, otra vez la zozobra. Todo sigue igual y la gerente de Electricaribe, repite la misma cantaleta del día anterior a través de los medios de comunicación: ¡Paciencia, paciencia, por favor! ¡Todo se va a solucionar, pronto, pero en esta ocasión no dice las horas! (Ver fotos tomadas del periódico El Heraldo).


Esa desfachatez de la funcionaria, me hace acordar a Job, aquel  personaje bíblico sometido a una opresiva prueba por Lucifer con autorización de Dios y cuya dignidad y temple para salvar la adversidad,  es usado por muchos credos religiosos como un ejemplo de santidad, integridad de espíritu y fortaleza ante las dificultades.

Miércoles 7 de mayo, se restablece en un 70 % el alumbrado eléctrico en la ciudad, pero aún en el área metropolitana continúa la zozobra. 

Rescatando de las ascuas que nos dejaron esas malas noches, esos malos  días, esas malas madrugadas y que la memoria ahora cubre con cenizas, dolor, caos, angustia, zozobra, pérdidas millonarias en muchos sentidos y, hasta con la muerte de dos personas, gracias al apagón más largo de la historia en  Barranquilla, considero prudente que,  las autoridades competentes, si son tan competentes, llámense como quieran, deberían poner en cintura la irresponsabilidad de esta entidad generadora de energía eléctrica, que entre otras cosas, cobra las más altas tarifas en el país, así su gerente, Betty Yadira García  siga  repitiendo  la misma cantaleta de los días anteriores: ¡Paciencia, paciencia, paciencia por favor!,  en los medios de comunicación (algunos no todos) que no se atreven a cuestionarla con firmeza después de 4 días de inoperancia,  por temor a que les quiten la publicidad de dicha entidad.

P.D.

Ojalá el señor procurador, Alejandro Ordóñez Maldonado, le ponga la misma lupa a esa entidad como cuando quiso inhabilitar al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, por el asunto de las basuras, donde no hubo muertos como si en esta ocasión en estos 4 aciagos días del mes de  mayo de 2014.

domingo, 4 de mayo de 2014

Impresiones

La tenencia de perros

Por Nadim Marmolejo Sevilla

El gusto de la humanidad por las mascotas es inveterado. Pájaros, serpientes, hámsteres, perros, gatos, osos perezosos, y otras especies más, han sido incorporadas a la vida hogareña por diferentes razones. Pero el que más ha trascendido es el perro. Hasta el punto de convertirse en el mejor amigo del hombre. Muchos han logrado pasar a la historia por sus actos heroicos o estoicos, por su nobleza o sensibilidad, por sus habilidades o capacidades diversas, en fin.

La ciencia les garantiza en la actualidad una mejor atención en salud y alimentos de alta calidad nutricional. De otro lado, diversas entidades privadas (guarderías, centros de entrenamiento, etc.), se encargan de su cuidado con todas las de la ley cuando sus propietarios lo requieren. Es indudable que su convivencia con los humanos ha creado mayor conciencia ciudadana sobre su inmenso valor. Tanto que el poeta inglés Lord Byron se atrevió a decir que  cuanto más conocía a los hombres más quería a su perro.

Pero últimamente, a causa de la irresponsabilidad de unos y la ingratitud de otros, muchos de estos animales han ido desalojados de sus casas de manera inmisericorde. Los perros callejeros en urbes como Bogotá (40.000 en 2005), Barranquilla, Cali, Armenia y San Andrés, Isla, ya preocupan a sus autoridades locales. Al igual que el progresivo aumento de las peleas de perros clandestinas en ciudades como Medellín, Cartagena, Soacha, entre otras, que desvirtúa la razón de ser del raciocinio de Byron.

Si a esto le agregamos el acrecentamiento exagerado y sin control de la población canina (sólo en Bogotá en el 2005 había 650.000 perros, según la revista SoHo, edición No. 60, y hoy hay más de 800.000, según el periódico El Tiempo del 17 de enero de 2014) y su impacto negativo en la salud pública, el Estado podrían verse en la obligación de redoblar sus acciones extremas como el sacrificio masivo (en el 2005 se mataban 400 perros por semana en el Centro de Zoonosis de Bogotá), medida de muy mal recibo en la mayor parte de la ciudadanía, tal como lo hicieron en Bucarest (2001), Rumania, con 50.000 perros callejeros y  en Ucrania (2012) con otros miles más.

En virtud de lo anterior, un debate a fondo sobre la necesidad de desanimar la tenencia de perros por parte de la gente está haciéndose imperioso cada día más en Colombia. (Las solas campañas de esterilización han fracasado debido a factores como los altos costos, la desinformación, la estigmatización y la apatía). La comprensión debida del público acerca del grave problema en que se puede convertir la sobrepoblación canina, la cual se puede lograr con la participación directa de los cuerpos médicos veterinarios del país, podría evitar una forzosa drasticidad de las medidas arriba mencionadas y la adopción de otras de carácter punitivo y prohibitivo, como lo vienen haciendo desde años atrás los gobiernos de Groenlandia y China.

Si la sociedad en todos sus niveles se ha empeñado con relativo éxito en reducir la tenencia de hijos, por los graves peligros que representa la sobre población humana para la supervivencia del planeta y la consecuente explotación descomedida de sus recursos naturales, más los altos costos económicos y sociales que implica la explosión demográfica, entre otras cosas, por qué no considerar la opción de hacer lo propio con los perros antes que sea obligatorio.

sábado, 3 de mayo de 2014

El ojo de la cerradura

Diez años después, lo cuento, lo narro, para evitar que el olvido, mate dos veces a mi hermano

Detrás de la puerta

Por Tito Mejía Sarmiento

A mi hermano Nelson Ricardo, vilmente asesinado por la espalda un 29 de abril del 2004, a pocos metros de las instalaciones del DAS en Barranquilla, siendo presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez

Detrás de la puerta hay un hombre agazapado que hace días no ha querido salir. Las cosas avanzan maquinalmente afuera. Él sabe que el tiempo es una empecinada demencia de carreras que teje el odio vespertino de la ficción. Todos los murmullos que pasan por la avenida, acarician sus oídos, pero él sigue, día tras día, acechando detrás de la puerta.

Él sabe que no es diferente a los demás, sin embargo, el abandono cobija parte de su cara. No se inmuta por nada, sigue ahí en cuclillas detrás de la puerta. A pesar de todo, ha logrado sobrevivir detrás de esa puerta desde hace diez largos años, cuando una bala mercenaria, mató a su hermano menor cobardemente por la espalda.

Nada es gratuito y sin artimaña cada noche cae después de cada día, mientras tanto él sigue ahí, detrás de la puerta al borde de lo cotidiano hasta cuando la impunidad sea derrotada.

In crescendo

 “Palabras nada más dice el vacío,
el que no encuentra una ventana
para escapar al paraje feral
que conjura esa palabra que desea”.
Damia Marilú Mendoza Zambrano (Ecuador)

Desde hace 10 años, la tristeza crece en un extremo de mi alma en medio de una suma de secretos y silencios, haciendo historia con su propia historia, sin que nadie haga nada ni yo mismo, mientras la memoria planea su huida, en una especie de inventario de olvidos y, el homicida, ese mismo homicida trajina suelto, (eclipsando los minutos), adornado de fantasías interminables cuando la luna se balancea inescrutable sobre un barrizal maculado de sangre. Entonces, solfea la noche su nombre, su nombre...



Anoche soné dos veces con mi hermano
Rueda con más fuerza en mi cerebro lo que dijo Pedro Calderón de la Barca que “La vida es un sueño” y también tengo muy claro porque lo he investigado y discutido con psiquiatras, psicólogos y sociólogos amigos míos, entre otros, Pedro Conrado, Sucely Ariza, Vanina Mejía, lo que argumentó en su momento cumbre, el gran filósofo Platón que “ El hombre vive en un mundo de sueños, de tinieblas, cautivo en una cueva de la que sólo podrá liberarse tendiendo hacia el bien; únicamente entonces el hombre desistirá de la materia y llegará a la luz”, pero por encima del influjo de todas esas concepciones, está una preocupación que atraviesa todo mi ser y se estanca en mi corazón fraternal y de ahí no sale. Y yo lo que deseo fervientemente, es que esos sueños me lleven a una realidad creíble:

Primer viaje onírico
¿Quién me puede ayudar a superar esta insania transitoria que puede convertirse en cotidiana?

Voy saliendo del supermercado Metro de la calle 30, a las 4 y 20 de la tarde en compañía de mi gran amigo, el periodista Francisco Figueroa Turcios, en medio de una coqueta llovizna que cae. Cuando termino de felicitarlo por sus magníficas crónicas escritas en la revista digital La Cháchara, me veo frente a frente con Nelson, mi hermano, el mismo que fue asesinado cobardemente por la espalda, el 29 de abril del 2004 a escasos metros del DAS, cuando fungía como alcalde de Santo Tomás, Atlántico. Enseguida, saqué de mi billetera una foto y se la mostré a Turcios, quien me dijo sin titubear: ¡Sí, Tito, es el mismito señor que va ahí con dos escoltas, pero con la diferencia que ahora está muy canoso! Nelson caminaba despacio hacia el interior del supermercado y me miraba insistentemente al mismo tiempo que sonreía. Luego se desvaneció en el éxtasis de mi ansia.

Segundo viaje onírico
Nelson se presenta en la casa de mis padres, diciéndome: ¿Y los viejos?

- El viejo César Eurípides falleció el 11 de abril del 2011 y en cuanto a la vieja Eloina, la está jodiendo un Alzheimer, le respondí, en medio de la enorme sorpresa causada después de haber transcurrido diez años sin verlo.

- Recuérdale, loco Tito que, mi mamá nunca estará sola mientras yo exista en el recorrido del amor puro y, recálcale siempre que, todo el viaje de la vida cabe en los linderos de una vivienda y que volveré como era habitual con mi corazón itinerante a estar pendiente de ella en la evolución de la propia evidencia, al estilo de la poeta Martha Noviembre: “ Como un animal sibilante augurando fines, borrando huellas, presagiando que nada, nadie, volvería a ser ”, me remató al momento que se difuminaba lentamente. ¡Yo sé que los sueños se convierten en anhelos y la esperanza en ansiedad doliente, pero lo percibí. Vi a mi hermano Nelson dos veces, y sigue siendo el mismo, está igualito, bonachón. Recordé al gran escritor Ramón Molinares Sarmiento cuando sentenció: “Nelson, un hombre de puertas abiertas, por donde, sin pedir permiso, entraba todo el que quería a cualquier hora del día o de la noche”.